1.04.2009

Soy una de esas personas que no creen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Sin lugar a duda eso no es cierto porque las personas tendemos a eliminar lo malo para quedarnos solo con lo bueno; tenemos mala memoria para el dolor. Pero sí que soy una de esas personas a las que les gustaría volver a un momento concreto del pasado. A una colección de momentos, que de forma caprichosa se han guardado en mi cabeza y que son recurrentes.
A veces, y en concreto ahora mismo, me gustaría volver a un instante en la madrugada, en el piso de la calle Valencia para verme escribir en la soledad de un cuarto sin lamparas. Algo que ya nunca hago. A veces me gustaría volver ahí, ahora me gustaría estar allí pero en el pasado. En un pasado que no fue mejor. Ni peor. Que fue completamente diferente. Y, tal vez, por eso, ahora mismo, quiero volver allí. Tal vez cualquier tiempo pasado no fue mejor si no simplemente diferente, y ese es el consuelo que encontramos frente al hastío del repetitivo presente.
Pero el pasado no vuelve, se disuelve en la memoria lentamente y se confunde y se reinterpreta. Los recuerdos son débiles y frágiles ante el cambio. Los recuerdos se dejan influir por las emociones, por los viejos anhelos. Los recuerdos son muy mentirosos. Tal vez esa sí que es la razón de que siempre cualquier tiempo pasado fue mejor. Si los recuerdos te mienten, entonces sí que cualquier pasado fue mejor.
Y dicho esto, ¿si la mentira es más satisfactoria que la verdad?, ¿por qué obviarla?.

La respuesta tal vez sea tan sencilla como la pregunta: Porque es mentira.

1 comentario:

Utopía dijo...

No te imaginas como me identifico en esto de echar creer que cualquier tiempo pasado fue mejor, puta memoria selectiva y maldita carga emocional que nos hace adornar los pocos momentos que hubo buenos, y nos hace desear volver corriendo...

Es absurdo, y a mi eso ya no me hace feliz, porque ni a mi consigo engañarme...

Un becho...

PD: Como lágrimas en la lluvia se irán...