2.23.2009


En esta ciudad invisible solo tus balas puede hablar mi idioma, nada más tiene autoridad o potestad en nuestra interlocución; así que ve buscando tus armas que yo ya cuido las mías sobre la mesa. Por que ese es el lugar en el que deben estar. Junto a los cubiertos, la comida, nuestras manos y nuestras miradas clavadas la una sobre la otra mientras brindamos con nuestras copas.
Vamos, hermano. Alza tu copa.

2.17.2009


Desear mucho algo lo desgasta. Desgasta el deseo, y además lo vuelve ilusorio. Un reflejo de obsesiones y poco más. Idealizar el objeto de deseo es una inútil manera de alcanzar ningún objetivo. Si aprendes esta lección pronto puedes, con el tiempo, mejorar.
Pero mejorar cuesta tanto. Como dejar el tabaco, es igual. Dejar de lado tus obsesiones más secretas es más difícil que dejar el tabaco, y dejar del tabaco es algo complicado.
La naturaleza obsesiva de determinadas personas responde a una necesidad. La necesidad frustrada de algo que creen que pueden alcanzar a través del oscuro, o no, objeto de deseo. Es por eso que es tan atrayente y adictivo, la única razón valida para levantarse cada mañana y trabajar; trabajar para conseguirlo.

Pero, vaya, que desgracia, el deseo desgastado nunca fue algo que estuviera a nuestro alcance. Que noticia tan terrible; que maliciosa contradicción. Si por algo se caracterizan las obsesiones es porque rara vez las puedes conseguir. Sobre todo sino puedes ahorrar en una cuenta de ahorro para comprarlas, en cuyo caso es aún peor porque una vez adquirida tu obsesión se vuelve una simple posesión material.

Quien nunca se haya sentido obsesionado por algo, o por alguien, de forma estúpida, miserable e inspiradora es alguien que no es capaz de entender, en toda su magnitud, esto que cuento. Todos podemos imaginar, algunos más que otros. Todos podemos entender, comprender y examinar una situación, un caso en especial. Pero o sientes esa extraña sensación en el estomago, subiendo por tus brazos e instalándose en tu mente para generar confusas imágenes e ideas que chocan entre sí o, por lo contrario, no lo puedes entender.

Ni puñetera idea.

2.16.2009



Por recomendación de aquella que conoce mejor que yo el mundo de las sombras voy a escribir sobre algo que llamó mi atención y que tuve la oportunidad de observar ayer, mientras me encontraba en el cine viendo The Reader.

Para los que no hayáis visto la película (si es que esto lo lee alguien más que las 3 personas que creo que lo hacen) solo decir que se trata de una excelente película sobre un chico joven de 15 años que mantiene una tórrida relación con una enigmática mujer 20 años mayor que él.
Si hay algo que me gustó de la película fue el tratamiento de la fotografía y la iluminación, eso por no hablar de las actuaciones que merecen una atención a parte (fantástica Kate Winslet y, como siempre, Ralph Fiennes). Respecto a los efectos de iluminación diré que me percaté de un fenómeno que, tal vez, no significa nada pero que para mi tuvo un sentido muy lógico y especificio y casi diría que puedo afirmar de que se trata de algo de intencionado. Se trata de lo siguiente: El portal del edificio en donde vive Hanna (Kate Winslet) es un gran lugar de aspecto frío y oscuro, que en ningún momento esta bien iluminado; es el terreno de las sombras. Esto no tendría mucha trascendencia sino fuera porque en el cine el uso de la luz tiene una función artistica tan importante como la propia historia. El hecho de que un joven de 15 años se adentre en lugar oscuro, con aspecto de cueva, hacia lo desconocido, hacia la incertidumbre y lo prohibido es bastante simbolico. Sobre todo si pensamos que esto solo ocurre en los primeros encuentros entre los dos protagonistas, pues cuando los encuentros sexuales, y lectivos, entre los dos personajes principales se hacen más amables y cómodos para el joven protagonista Michael Berg (David Kross) la entrada de la casa deja de tener importancia, y practicamente desaperece. Ya no es un lugar inhóspito, tal vez si prohibido, pero no el terreno de las sombras. Solo de los secretos.


Podría hablar un poquito más de algunas sensaciones que tuve respecto a la luz en esta película, pero como siempre me pasa no sé si son ideas mías sin fundamento o una realidad artistica de la que me he percatado. Es por esto que obviaré más comentarios al respecto y recomendaré, una vez más, esta película. A la que si le quitamos la parte del excesivo "folleteo", es directamente una de las mejores peliculas que he visto últimamente.

2.13.2009

2.07.2009

Vamos a hablar un poco de algo que me ocurre en la ciudad en donde, de momento, vivo; la ciudad de Murcia. Es algo que me genera un poco de frustración a veces: cuando le digo a la gente que vivo en Murcia piensan que vivo en una aldea en medio del monte.

Es un buen tema para una entrada del blog porque es sorprendente el nivel de desconocimiento que hay a nivel nacional de la ciudad de Murcia. Aunque añadiré que me parece algo comprensible. Y lo es porque esta ciudad, y la comunidad autonómica en general, ha sido muy mal proyectada de cara al exterior por la mayoría de los gobiernos regionales. Tanto es así que hay gente que piensa que esto es una especie de páramo social, cultural y que casi vivimos rodeados de huertas y de gente con un nivel elevadisimo de analfabetismo.
Es cierto que podemos estar a la cola en ciertas cosas, pero también es cierto que, por suerte o por desgracía, el crecimiento que ha tenido la comunidad en los últimos 10 años le ha supuesto un lavado de cara realmente importante. Además de que esta es una de las ciudades con mejor programación de conciertos de toda España. Doy fé.

Recuerdo una graciosa anecdota con una amiga a la que enseñé un video de mis amigos haciendo el idiota en una zona de la ciudad de Murcia, cerca del rio. Al ver el video mi amigo exclamó sorprendida: "¡Anda, que curioso. Yo pensaba que Murcia era un pueblo mucho más pequeño!". Yo pensé que estaba de broma, no me cabía en la cabeza que alguien con tanto mundo en las espaldas realmente dijese eso y con tanta seriedad... pero la triste realidad es que se quedó patidifusa al saber que por población es la septima ciudad de España. Para ella Cadiz o Salamanca eran más grandes, cuando la realidad es la contraria. Son mucho más pequeñas. Esto es simplemente una anecdota, pero refleja muy bien de lo que hablo: ¡este es un lugar con una prensa malasima!.

Lo peor del caso es que esto hace que sea un poco complicado convertir esta ciudad en un lugar atractivo para ciertas personas, cosa que he podido experimentar de forma profesional y personal. A veces me llego a sorprender de como hay gente que por no conocer el lugar lo rechazan frente a otros que no tienen nada de especial, tal vez simplemente un casco historico mejor. En algún momento de mi vida esto ha sido un poco frustrante.

De todas formas esto es solo una queja existencial, algo que llevo pensando ya años y que no va a cambiar de la noche a la mañana. Yo tampoco voy a hacer que cambie, ni siquiera voy a trabajar por que cambie. Quiero decir que haya cada uno con lo que quiera creer, aprender o dejar de aprender. Yo tampoco sé muchas cosas y otras que creo que sé simplemente estan equivocadas. Pero sí que me gustaría que la gente no me mirase raro cuando digo de donde vengo, como si fuera Paco Martinez Soria en la gran ciudad, a veces me toca un poco los cojones...