1.23.2009

Seguro que alguna vez te has sentido miserable. Como una lágrima disuelta en la ponzoñosa esencia de una manzana azul. Seguro, estoy seguro, que no te has podido, jamás, zafar de esa sensación oscura y extraña; de la alquimia del miedo y la culpa.
Miserable, como los soldados que vuelven de conflictos justos. Tan miserable como el que se siente orgulloso de vivir exclusivamente entre semejantes.

Sé que son días solitarios.

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