8.06.2008


Recuerdo la sensación burbujeante e hipnótica que me invadió la primera vez que mis orejas se inundaron con el sonido de este disco. La sensación extraña que sentí, como si de una llamarada interna e inversa se tratase; como la sensación de hundirse en un liquido templado e inofensivo. Esas sensaciones vuelven, a veces, al retomar su escucha. Otras veces nada ocurre, y eso es decepcionante pues siempre quiero más de los mejores amantes y, a veces, uno no esta a la altura de lo que se le ofrece. A veces es miel en la boca del asno, otras es un baño en miel.

Miel

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