8.14.2008


¿Por qué "el caballero oscuro" es, desde ya, una película de culto? La respuesta es sencilla: porque, dentro de su genero, es diferente. Y ¿por qué es diferente?, porque consigue tener una dimensión. La nueva entrega de Batman es una película tridimensional con personajes complejos y situaciones duales, en donde los conflictos personales y sociales se extrapolan y convierten en complicadas ecuaciones sin solución aparente. Y esto no es algo raro en el cine convencional, pero sí en el cine de super héroes.

En el cine de super heroes hemos visto de todo, mejores y peores adaptaciones y, desde hace un tiempo, hemos asistido a una búsqueda desesperada por crear películas con personajes que vayan más haya del héroe convencional sobre papel pintado. El primer recuerdo que me viene a la cabeza es la horrible adaptación al cine del icono de la Marvel Daredevil, en donde se intentó crear un personaje complejo y atormentado por la naturaleza de su condición de justiciero de la cocina del infierno; azotado por la duda existencial del beneficio real de sus propias acciones y su sino como vengador. Daredevil, torpemente interpretado por Ben Affleck, tan solo araño el caparazón de la autentica profundidad psicológica del héroe solitario. Aquel que se viste cada noche con la mascara que tapa sus defectos y realza sus oscuras virtudes y necesidades. Pero, ¿por qué explorar la conciencia del héroe?, ¿es realmente necesario analizar, en profundidad, la psique del justiciero enmascarado? Creo que hollywood y el público creen que sí. Y tiene sentido. Los super heroes son personajes básicos y unidimensionales, son los buenos y actúan por encima de cualquier consideración moral. Ellos son mejores y tienen el poder de hacer el bien, así que lo hacen. Y punto. Sin embargo un héroe no es nada sin su némesis, sin su contrario que complete su existencia. El bueno necesita al malo para existir, la cura necesita a la enfermedad para tener sentido.
Y es aquí en donde "El caballero oscuro" encuentra su autentico éxito. El Joker de Heath Ledger pone en entredicho la naturaleza del heroe mostrandole como su existencia es la única razón para la existencia de un mal mayor. La espeluznante y genial intepretación de Heath Ledger toca la fibra sensible de un miedo de nuestro tiempo, el miedo al caos. ¿Como acabar con alguien que al que no le mueve ni el dinero, ni el poder, ni la ambición? ¿Cómo matar a un terrorista con una bomba acoplada a su pecho y con intenció de immolarse? Batman se convierte, entonces, en un ser que se cuestiona su propía condición, no por su benefico, si no por su necesidad dentro de una sociedad civilizada y por lo que debe de hacer para convertirse en el heroe que todos esperan. Cosas que, tal vez, están por encima de la ética moral del héroe clásico pero no del resto de la sociedad que exige medidas contundentes y moralmente ambiguas.

Mr.Nolan ha creado una película que hereda las virtudes de su anterior revisión del mito de Batman, llevando al personaje a través de un ritmo entrecortado de historias paralelas en donde pone de manifiesto que un héroe es solo fruto de la circunstancias, y no siempre por la validez y la honestidad de su misión. La cuidada fotografía y el ambiente crean un entorno perfecto para la historia, en donde Gotham juega un papel primordial como hilo conductor de toda la trama. Porque, al final, el autentico protagonista de esta pelicula es Gotham. La ciudad que todo el mundo desea, la corrupta y luminosa, Gotham. Es Gotham la razón para que todo ocurra, es Gotham la que desencadena y sirve de cobijo a héroes y villanos. Sin Gotham no habría película, ni habría habido personajes en el cómic.

Así que en definitiva diremos que es la mejor película de super héroes jamas hecha, no solo por la calidad de su factura si no porque ha llevado al personaje más haya de las fronteras del heroe. Hasta encontrar aquello que un heroe no desea ser y termina abocado a ser. Un villano.

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