7.17.2008


Hace poco me comentaron que no tenemos memoria del dolor ni del sufrimiento físico. Que somos capaces de rabiar de dolor durante días y semanas después no recordar la sensación, solo recordar el mal trago como un acontecimiento desgraciado; pero no la sensación. Somos capaces de recordar un olor, un sabor y la sesanción del tacto sobre la yema de nuestros dedos pero no somos capaces de recordar como y de que forma nos dolía lo que fuera que nos doliese. Nuestro cerebro nos protege de eso, como forma de supervivencia; supongo. Pero sí somos capaces de recordar el dolor psicológico, porque se marca a fuego en algún lugar de nuestra cabeza. Un grito, un llanto, una decepción, un desamor. Todo eso puede pasar desapercibido o puede clavarse como un trauma en lo más profundo de nuestra psique, como un clavo ensartado en el alma.

Es curioso, puedo recordar con precisión el dolor que sentí al perder a mi primer amor y no soy capaz de recordar la migraña más fuerte que he tenido. Sé que ocurrió, sé que sentí pero no sé como fue. No puedo replicarlo, no me deja.




1 comentario:

Utopía dijo...

Dicen que es la memoria selectiva, no recordamos como sufrimos, pero al menus recordamos que sufrimos, aunque en ocasiones olvidamos esto tambien...

La mente es caprichosa y elimina lo que cree que nos va a resultar imposible de asimilar.


Acabé Nana! Simplemente genial :)


Buen viaje.