Hoy vi tus ojos, vacios de miedo y pena. Me sorprendí mirandote entre la multitud, dentro de la oscuridad de unos barrios triste y alejados de toda utopía. Hoy, querida, te he visto, tras las múltiples violaciones sufridas con un rostro juvenil. Las arrugas que tu sonrisa provoca en tu rostro tapan las cicatrices de aquellos que desde lo más bajo te han tratado como su puta o su amante, para luego simplemente usarte y ni siquiera pagarte. No existe articulo o cantidad de dinero comparable a tu belleza, que ahora renace tras ser mancillada.

Es momento, ahora sí, mi amor, de devolver la jugada con las mismas artimañas de excelente calidad de las que hicieron gala nuestros enemigos. Los torturaremos, los colgaremos de los pulgares y los abriremos en canal para ver como ya no se rien ni te maltratan. Ahora sí, mi amor, justicia, haras honor a un nombre que estos hijos del gran porcino olvidaron.

¿No es maravilloso?.